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Tema: La silla vacía
Por: Josselyne Díaz
La silla vacía
Navidad y Año Nuevo suelen ser fechas complicadas, para quienes perdieron un familiar o amigo recientemente.
A los típicos balances de estas épocas, se les suma el dolor de las pérdidas en muchos casos.
Las fiestas sin un ser querido: ¿Cómo vamos a celebrar las fiestas si estamos tristes por la partida de un ser querido? ¿Cómo afrontamos ésta primera navidad sin nuestro familiar o amigo? Las navidades y las fiestas de fin de año son momentos en que lo pasado se hace presente.
Sin duda alguna, es la fecha en la que todos hacemos un balance, y lo afectivo juega un rol preponderante.
Suele suceder que cuando nos reunimos año tras año con la misma gente, tal vez con la totalidad de la familia, notemos con mucha tristeza, la ausencia de una persona que falleció, no pudiendo evitar, un poco de nostalgia.
Todos tenemos, a alguien que ya no está, alguien con quien ya no compartiremos las fiestas.
A esto se le llama: “El síndrome de la silla vacía”.
Es que en navidad las ausencias y los vacíos en la mesa se notan y mucho a nivel emocional.
Tristezas que el resto del año, quizás se tornan más tolerables, vuelven a doler de una forma especial en los días de fin de año.
A la hora de sentarse a cenar, la falta de los seres queridos es más palpable, se avivan los recuerdos de forma aguda y sentimos una catarata de emociones y sentimientos ante esa silla que queda vacía en el hogar.
Puede pasar que no tengamos ganas de reunirnos, ni de festejar, el solo pensar que esa persona querida ya no compartirá la mesa con nosotros, nos quebranta el alma.
La poca o nula, posibilidad de reunirse con la familia, activa el recuerdo de esa persona, y nos somete a todo tipo de sensaciones: desesperación, rabia, llanto, soledad, culpa, negación, son algunos de estos; siendo totalmente normales y sanos que pueden aparecer cuando una persona nos deja para siempre; porque no es fácil el proceso.
Una perdida provoca reacciones físicas, emocionales, que forman parte de la evolución de la sanación de las heridas.
No hay una formula única para los que perdieron un ser querido, porque cada pérdida es distinta, y cada uno muestra, oculta, o siente el dolor de diferente manera, del mismo modo, resuelve el duelo como puede, no hay recetas, todos sienten la ausencia de manera desigual aunado a los tiempos, cada individuo es completamente diferente y se debe respetar el dolor ajeno.
El duelo puede extenderse en el tiempo necesario hasta que la persona logre lidiar con esa pérdida y consiga vivir su vida de nuevo sin esa sensación de vacío que siente en el momento reciente de tal pérdida.
Es un momento que hay que pasar, no debemos de huir, o hacer como si no pasara nada. Solo el tiempo tiene la respuesta.
Josselyne Díaz
Periodista, Comunicóloga, Escritora,Poeta, Bloguera, Podcaster, y Creadora Digital. UNAM
Autora: Mirando la Luna
Autora: Mía es la venganza, yo pagaré
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Josselyne Díaz Escritora 